Este libro es territorio. No tiene un origen en la idea o el concepto. Hay un acto cotidiano que irrumpe e impacta en el musicoterapeuta como sujeto sensible, y solo después de ese impacto promueve el análisis y la reflexión. 
Antes fue acto. Suceso. Hecho real, cotidiano, vital. Y, por sobre todas las cosas, compartido. Allí hubo un Musicoterapeuta. La escena, entonces, muta en acontecimiento.