El agua ha sido un tema recurrente en la poesía y el arte a lo largo de la historia. Desde

los poemas épicos de Homero hasta las obras más contemporáneas, Han utilizado al agua

como metáfora y símbolo, así también como un forma de trasmitir, emociones y reflexiones

profundas.

Cuando un río nos atraviesa, el trasvase es inevitable. Su agua nos cala hasta los huesos.

También recibe nuestro calor. Somos más agua. Y el río es más humano. Sospecho que de ese

modo, surge la poesía de Maru Crespo. “Memorias del agua” poemas que a medida que van

corriendo van cambiando y tiende a hacerse más sustantivos como las memorias del agua.

La poeta nos habla de una música líquida, comparándola con un sol cristalino. También

nos nuestra cómo las sombras se deslizan por la fronda antigua, creando una atmósfera

misteriosa. Todo ello dialoga con las pinturas de Carlota Rodríguez Etchebarne, que suman

imágenes a las palabras, un feliz encuentro de sensaciones.

Así, Maru Crespo nos muestra cómo el agua de un río se convierte en un receptáculo de las

voces y los ecos del pasado y el presente. “Esas quejas que vienen de lejos” y nos hablan de la

memoria colectiva que el agua guarda en su fluir constante.

Poemas y pinturas que muestran la sensibilidad de Maru Crespo para capturar la esencia

de las cosas y su importancia en nuestras vidas. Y a través de la mirada,que aporta Carlota, nos

invitan a contemplar la belleza y la fluidez de su poesía y su arte, que conecta la naturaleza y

sus elementos, con nuestra propia existencia.