Marcelo Mosqueira ilustraciones, Emiliano Raspante textos.

¿Se acuerdan de las viejas comedias italianas, donde de entre las gesticulaciones de los tanos se colaban tragedias espantosas y seres destinados al fracaso?

El Hombre que no miraba a la Luna es igual de traicionero: empieza leyéndose como un libro de historietas mudas y graciosas, continúa como una experiencia zen y termina como una historia de terror, donde el Monstruo es el Universo. En su lucha diaria, EL HQNMLL se bate en duelo singular con las bases de la existencia misma: las dimensiones, el espacio, la lógica, el tiempo lineal. Convive con su yo de hace tres minutos, pero eso no le sirve para avisarle de nada ni para aprender de la experiencia: simplemente se contempla a sí mismo, un tanto desconcertado, sin poder hacer un soto, mientras se le viene encima una avalancha de huesos (convenientemente escondidos en el placard) o el Universo se pliega sobre sí mismo hasta asfixiarlo: como en la Pantera Rosa, pero bastante menos rosa.

El hombre que no miraba la luna

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Marcelo Mosqueira ilustraciones, Emiliano Raspante textos.

¿Se acuerdan de las viejas comedias italianas, donde de entre las gesticulaciones de los tanos se colaban tragedias espantosas y seres destinados al fracaso?

El Hombre que no miraba a la Luna es igual de traicionero: empieza leyéndose como un libro de historietas mudas y graciosas, continúa como una experiencia zen y termina como una historia de terror, donde el Monstruo es el Universo. En su lucha diaria, EL HQNMLL se bate en duelo singular con las bases de la existencia misma: las dimensiones, el espacio, la lógica, el tiempo lineal. Convive con su yo de hace tres minutos, pero eso no le sirve para avisarle de nada ni para aprender de la experiencia: simplemente se contempla a sí mismo, un tanto desconcertado, sin poder hacer un soto, mientras se le viene encima una avalancha de huesos (convenientemente escondidos en el placard) o el Universo se pliega sobre sí mismo hasta asfixiarlo: como en la Pantera Rosa, pero bastante menos rosa.