Inquietantes, inesperados y con finales imprevisibles: así son los relatos que dan forma a este libro de Nora Sierra. En sus páginas, nos topamos con niños cansados que no logran conciliar el sueño a pesar de su agotamiento y con adultos que no saben dónde están, ni por qué hacen lo que hacen. "¿Cuándo fue que decidí emprender este recorrido?", se pregunta la protagonista de un cuento. Y parece responderse con una pregunta desconcertante: "¿Qué clase de pájaro soy yo?"

En "Acá no pasó nada", Nora Sierra hace gala de una imaginación rebosante de creatividad. Su mirada ilumina escenas cotidianas y descubre detalles que las transforman por completo.

Estos relatos están poblados por personajes solitarios que no encajan en la sociedad de la que forman parte. Niños al borde de acantilados, cuevas húmedas, peces muertos, adultos que beben demasiado y que esperan años hasta que llegue el momento justo de la venganza: todo esto es sólo un destello del universo de "Acá no pasó nada". Se trata de un universo cuyos relatos contradicen su propio título, pues en ellos, todo lo mundano se transforma en extraordinario.

Mori Ponsowy